
En los tiempos de Francisco de Quevedo, más de uno hubiese querido adaptarse a las modernidades del futuro incierto.
Lo encontré dentro de una cabina, estilo locutorio, en la Hospedería Real de Quevedo en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), ayer mismo, en uno de mis viajes.
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Oye, pues es majo, a mi me gusta. le d aun aire de despacho de mad Doctor bastante agradable.
Sólo les queda conseguir un teclado retro